localidad de Buñol, Valencia consiste en lanzarse tomates unos a otros, para ser más exactos toneladas de tomates.
Esta tradición no ha nacido a causa de una sobre-producción de alimento sino por una pelea entre
amigos que utilizaron tomates como armas, y que la fueron repitiendo hasta que se hizo tradición.
Sabiendo ahora en que consiste esta fiesta y sus orígenes vamos a hablar de ella en su situación actual:
Una pregunta que se ha estado haciendo y que yo también me he planteado es si con la situación actual que estamos viviendo, miles de personas sin poder alimentar a sus hijos ni a ellas mismas, ¿es ético celebrar esta fiesta?.
Algunos dirán que es imposible alimentar a toda la gente, bueno, tienen razón. Otros dirán que estos tomates son cultivados específicamente para esta fiesta ya que no son aptos para el consumo y yo les contesto que con toda la gente que trabaja y los materiales que se utilizan ya podrían cultivar unos que se pudieran consumir.
Pero el verdadero problema no es el consumo de tomates, agua, electricidad o los efectos nocivos para el medio-ambiente que produce todo esto sino que aunque estos tomates fueran consumibles y no se celebrara esta fiesta estos tomates acabarían en la basura ya que sino esto inestabilizaría el mercado y a las grandes empresas, por eso hay una ley que a partir de x quilogramos de alimentos se tienen que tirar, esa ley es el verdadero problema así que en vez de preguntarnos si es ético o no deberíamos intentar aborlir está ley.
No hay comentarios:
Publicar un comentario